El doble husillo contrarrotante se distingue por la presencia de dos husillos paralelos que giran en direcciones opuestas de forma sincrónica, de ahí su característico nombre.

Estructuralmente, el perfil del doble husillo contrarrotativo está dividido en varios segmentos, cada uno con una función específica en el proceso de plastificación. Estos incluyen la alimentación, por donde el material ingresa a la unidad; la compresión, que reduce el volumen del material; la plastificación, que transforma el material en una forma maleable; la desgasificación, que elimina los gases atrapados; y la homogeneización, que asegura una consistencia uniforme del producto.

El sistema de doble husillo contrarrotante ofrece ventajas significativas sobre el sistema de monohusillo. Por ejemplo, funde el material de forma más eficaz, reduciendo así el consumo de energía. Además, es especialmente adecuado para el procesamiento de materiales complejos, como el PVC, que requieren una mayor resistencia al procesamiento.

En cuanto a la construcción, la producción de doble husillos contrarrotantes requiere una cuidadosa selección de materiales, en función de la calidad de la mezcla de materiales a procesar. Por lo general, se utilizan aceros de nitruración tradicionales, pero, dependiendo de las necesidades específicas, también se pueden utilizar diferentes tipos de revestimientos de soldadura o tecnologías HVOF.